Espectáculo con drones en Dubái para promoción de GROHE

La luminosidad del arte hecho con drones sobre el golfo Pérsico

Somos unos trotamundos intrépidos cuyo objetivo es mostrar la belleza del arte hecho con drones, así que nuestras ansias por cautivar a nuevos públicos no conocen fronteras. Sin embargo, nada como la tierra donde nacimos para dar rienda suelta a nuestro trabajo y, gracias a nuestra colaboración con GROHE, surgió la oportunidad de llenar de magia y drones luminosos un lugar que conocemos bien. O, mejor dicho, un cielo que conocemos bien.

GROHE es un gigante en el sector de la grifería para baños y cocinas y sus valores en términos de calidad, tecnología, diseño y sostenibilidad no tienen rival posible. Nos esmeramos en producir algo memorable que capturara la verdadera esencia de lo que esta marca representa. Así fue como recurrimos al lenguaje del agua y la luz para entretejer nuestro hechizo. Todo para elevar la marca GROHE al reino astral y que todos, aquí abajo y en los cuerpos celestes, sepan de su existencia.

Aventuras antes del vuelo

El milagro de un espectáculo de luces con drones es verdaderamente cautivador, pero muchos no saben que entre bastidores hay un importante trabajo de preparación y una meticulosa planificación. Cyberdrone conoce muy bien todo ese trabajo y hemos llegado a dominar cada paso que hay que dar hasta tener listo un espectáculo de drones.

El día del espectáculo, nuestro personal y el equipo llegaron a la isla desde donde los drones tenían que despegar. Aunque haya quien piense que el proceso fue duro, en realidad fue todo bastante tranquilo. Gracias a los estuches y los estantes personalizados de Cyberdrone, que no solo son ligeros y resistentes, sino también ergonómicos y fáciles de transportar, pudimos disfrutar de las vistas de los alrededores y llegar cómodamente a nuestro destino.

Dos islas, un cielo

Lo peliagudo de este espectáculo fue que el público estaba en una isla diferente, lo que significaba que nuestros drones tendrían que despegar y volar hasta donde estaban los espectadores para hacer su exhibición.

Cuando los drones despegan, les cedemos el control para que vuelen de forma autónoma. No se hace ningún ajuste en pleno vuelo. Podemos intervenir, de ser necesario, para detener el espectáculo y traer a la flota de nuevo a tierra con nuestros controles, pero eso es todo. Cuando la exhibición tiene lugar lejos de la zona de despegue, situamos a nuestros pilotos lo más cerca posible del espectáculo, por lo que, en esta ocasión, estaban entre el público.

Cuando los drones despegan, les cedemos el control para que vuelen de forma autónoma. No se hace ningún ajuste en pleno vuelo. Podemos intervenir, de ser necesario, para detener el espectáculo y traer a la flota de nuevo a tierra con nuestros controles, pero eso es todo. Cuando la exhibición tiene lugar lejos de la zona de despegue, situamos a nuestros pilotos lo más cerca posible del espectáculo, por lo que, en esta ocasión, estaban entre el público.

Artjoms, piloto principal de Cyberdrone

E‍s decir, Cyberdrone estaba en todas partes; en las dos islas y arriba en el cielo.

Lo más impresionante fue que los drones no estaban a demasiada altura, lo que propició un efecto asombroso al combinar las figuras de luz con los destellos de sus reflejos. El resultado fue una maravillosa experiencia que hechizó al público.

De pequeñas gotas a olas y vuelta a empezar

La temática del agua fluyó con sutileza durante toda la exhibición de 12 minutos. Cada formación se transformaba con originalidad en la siguiente, como si se tratara de un sofisticado ballet acuático que brillaba, nunca mejor dicho, por su impecable sincronización, su coordinación y su fluidez.

Pero hablemos un poco de la narrativa y de su esencia mística y deslumbrante:

• De entrada, un fulgurante enjambre de luces llenas de color se transformó en tres gotas voladoras justo después de despegar.
• A continuación, la palabra «GROHE» brilló en todo su esplendor y desapareció en una espiral iridiscente antes de resurgir con aún más fuerza.
• Tras una suave transición, vimos aparecer la palabra «TRAVESÍA».
• Esas letras se disolvieron en pequeñas salpicaduras, con una hipnótica danza circular.
• En ese momento, se dibujó en el cielo un grifo, como si fuera una nueva constelación,
• Al grifo lo sustituyó una nube de tormenta que parecía evocar el olor de la lluvia en la imaginación de los espectadores.
• La nube de tormenta se rompió en tres grandes gotas que bailaban en círculo como peces de intrincados colores.
• Las gotas se fueron transformando lentamente en olas que sacudieron el cielo nocturno de Dubái y que adoptaron la forma del conocido logo de GROHE.
• Y justo cuando la gente pensaba que el espectáculo había terminado, el grifo hizo una reaparición alucinante, esta vez con todos sus complementos. Era como si alguien estuviera a punto de abrirlo y…
• ...una gigantesca gota de agua en tres dimensiones hizo un último baile en espiral volando a través de cientos de drones centelleantes que ya se disponían a regresar a tierra después de tan extraordinario espectáculo.

A modo de cierre

Como ya hemos visto, incluso un centenar de drones tienen la capacidad de producir un evento promocional absolutamente fascinante que se funde a la perfección con la naturaleza y evoca la belleza desnuda del mundo.